Hace tiempo, en las familias numerosas en las que hermanos y hermanas tenían que convivir bajo el mismo techo y compartir todo aquello que los papis les podían ofrecer las relaciones eran muy diferentes. Los padres no podían prestar tanta atención a cada hijo, sólo la que podían y muchas veces cada uno tenía que “competir” por conseguir un hueco en la rutina diaria de sus padres.
Hoy en día, las familias son más pequeñas y el niño recibe mucha más atención. Vive en su pequeño “reino” y esto lo percibe desde bebe. Sabe que conseguirá lo que quiera y que sus padres se dedican a él por completo. Esto le confiere fuerza y poder. Así lo comprende desde muy pequeño. Los padres suelen trabajar fuera de casa y para compensar esa ausencia intentan concederles todos sus deseos para “no sentirse culpables”, lo solemos hacer casi sin darnos cuenta. Y ellos continúan sintiéndose los reyes y señores del hogar.
Saber decir No a tiempo es casi tan importante como abrazarle todos los días, es ayudarle a que día a día vaya desplegando sus alas para que con los años pueda volar sólo.
Nada es gratis; todo tiene un precio. Ese precio se paga con dinero, esfuerzo o tiempo según sea el caso, pero siempre hay que pagarlo.
Los hijos e hijas deben conocer este principio desde pequeños. De no ser así, no advertirán el valor de las cosas o las personas ni las respetaran
Entre otras cosas saber decir “no” a un niño o niña le permite:
- Comprender el valor del “esfuerzo” para conseguir algo.
- Apreciar a sus padres y demás personas como lo que son.
- Percatarse de lo que se hace por ellos y valorarlo.
- Comprender el valor del dinero y las cosas materiales.
- Valorar más las cosas que se tiene.
Gabinete Sandra Muñoz
Apoyo Escolar y Psicopedagógico
smunozfr@hotmail.com
www. apoyoescolarsandra.es